No me extenderé en explicar lo que todos sabemos: España es un país que se divide en comunidades y ciudades autónomas. Unas, nos cuentan, que son más "singulares" por razones históricas, por la difícil transición democrática, por el PIB que repercute en las arcas del Estado o por otras razones que quieren escaparse de mi entendimiento. En cualquier caso, para mi la singularidad es sinónimo de "particularidad o excepcionalidad" y antónimo de "normalidad o vulgaridad".
¿Por qué a un docente de una Universidad se le recortan sus derechos y por tanto su capacidad competitiva por pertenecer a la Universidad X y no a la Universidad Y?, que por cierto comparten hasta comunidad autónoma....
Pues sí, estamos en época de Sexenios, de CNEAI con sus rocambolescas e incomprensibles “mejoras” para valorar la calidad de la investigación. Incluyendo a diestro y siniestro parámetros que me atrevo a pensar que no aportan NADA (a no ser que contemos con el colapso de los servicios de Biblioteca). Una complejidad que sustentan en virtud de la excelencia de la investigación que se supone refleja…. ¿De verdad?, ¿alguien en la CNEAI piensa que hemos dado un paso adelante y no dos gracia atrás en algunos Campos de conocimiento?
Llevamos tantos años valorando sexenios como el propio Ministerio poniendo palos en las ruedas a los investigadores.
Está claro que hay que regir la investigación por parámetros, válidos, eficaces y eficientes, suficientemente contrastados internacionalmente (si se puede, porque mucho tendríamos que hablar de disciplinas como el Derecho, algunas Humanidades, las Artes….)
Pero ¿y que fue de mis reinos de Taifas? Aquí no hay excusas para la singularidad o vulgaridad. Cualquier investigador debe contar con los mismos derechos y garantías ya sea de Cuenca, Murcia o del mismo Cádiz. No más reinos de Taifas. Sexenios para TODOS LOS INVESTIGADORES que acrediten vinculación a un centro de investigación. SEXENIOS PARA TODOS los que investigan en una universidad singular o normal. Como decimos en Cádiz, La lucha no se negocia, pero tampoco se regala. Por eso hoy, antes que la CNEAI considere cuáles van a ser sus criterios (ya veremos si dan un paso atrás hacia la cordura), y que Universidades resultarán agraciadas por sus acuerdos, quiero alzar la voz ante lo que considero INTOLERABLE. No queremos reinos de Taifas, queremos Universidades que ofrezcan igualdad de derecho y oportunidades, estén donde estén. Y si afortunadamente los Taifas no existen, aún soy ferviente creyente de la capacidad de la Conferencia de Rectores de evitar esta desigualdad intolerable en un país con 17 comunidades. Todos amparados en los mismos derechos y obligaciones. Ya seamos singulares o vulgares.
Evaluación de la investigación para TOD@S al amparo de una única Universidad, libre, justa y democrática.